viernes, 19 de octubre de 2007

PERDIDOS






El domingo pasado, por una pregunta que escuché ,estuve pensando en lo que es perder algo. Lo que se pierde, deja de estar a nuestra vista, pero está en otro lugar. La pregunta era: ¿Se ha perdido usted alguna vez?. Al principio, no recordaba que me hubiese pasado algo así, pero después de unos momentos, recordé, si, si me había perdido una vez cuando era adolescente , me perdí con mi hermana y primas, eramos seis, cinco adolescentes y una niña. Fue una mañana que salimos a caminar, íbamos bien, por el camino correcto, llegamos a los límites del pueblo,donde era ya campos de cultivo. El camino seguía recto, pero algo llamó nuestra atención a un lado, a lo lejos, creo que creímos ver un vivero de flores, nos apartamos de la ruta y nos metimos en los terrenos plantados de milpa que después de la cosecha, permanecían aún con los tallos y hojas secas, nos metimos entre ellas, buscando el lugar, pero luego de un tiempo, nos dimos cuenta que estábamos perdidas, ya no se veía ninguna construcciòn, solo las milpas secas por todas partes, comenzamos a asustarnos, y fue peor cuando aparecieron varios perros ladrando furiosos. Mi prima más pequeña, quería protegerse de ellos y se puso tras una caña de milpa, por supuesto era imposible esconderse ahí. Teníamos que volver a la hora del almuerzo pero cuando por fin encontramos el camino ya era mucho más tarde.
Este recuerdo me hizo pensar en lo que es perderse o perder algo.
.Cuando lo que se pierde es una cosa muy necesaria es preocupante , cuando es una mascota, es mayor la preocupación, pero cuando es una persona es terrible.
Quiero compartir aquí algunas de las veces en que ha sucedido eso en mi vida. Un día perdí mis documentos personales al bajar de mi carro. Mi licencia de conducir, mi cédula, y otros documentos. Estaba muy preocupada, volverlos a tramitar lleva tiempo y mientras tanto estaría indocumentada, además estaba el mal uso que alguien podría darles. Así que lo que hice fue antes que todo hablar con Dios y pedirle ayuda. Le dije: -Padre, por favor permite que mis documentos aparezcan completos, sin que falte ninguno-. Era un viernes por la noche. El lunes llegué a la escuela donde trabajaba y les pregunté a los alumnos si alguno por casualidad los había encontrado en la calle, pero nadie sabía nada. Pasadas unas horas, llegó una muchacha a mi aula y me llamó, En la mano, en una bolsita, llevaba muy bien cuidados mis documentos , tal y como yo los tenía.
En otra ocasión la gata siamesa de mi hijo menor, tuvo 3 gatitos, eran preciosos y todos los que llegaban de visita, querían tocarlos, así que la gata decidió llevárselos fuera de la casa. Mi hijo estaba muy triste, fuimos a preguntarles a todos los vecinos pero nadie los había visto. Así que lo que teníamos que hacer era hablar con Dios y pedirle su intervención. Por la tarde volvió la gata pero sola, y además tenia una gran herida en el vientre. La llevamos inmediatamente al veterinario, le pusieron varios puntos y para eso la anestesiaron. Ahora la situación estaba peor, la gata se quedó dormida y seguramente los gatitos estarían solos. Seguimos orando a Dios. Lo que se me ocurrió decirle fue:- Así como llevaste a los animales al arca, Padre, por favor trae a esos gatitos de nuevo a la casa- . No tenía idea de cómo podría hacerlo. La que sabía donde estaban era la gata y estaba anestesiada, pero Dios también sabía donde estaban. Al otro día muy temprano, mi cuñado, el esposo de mi hermana menor,vino a la casa,( ellos viven como a 8 cuadras de donde yo vivo) me extrañó verlo a esa hora y más cuando vi que había alguien con el . Me dijo:-Hace un momento fui a la panadería y allí encontré a un hombre con una caja ofreciendo unos gatitos, me acerqué y vi que eran los de aquí, así que le vine a enseñar la casa, para que los devuelva-. El hombre contó que los había encontrado cerca de su casa como a un Km., de aquí , al lado opuesto de donde mi cuñado lo encontró, en el campo ya. De esa manera, sin intervención de la gata y usando a quien El quiso, Dios los trajo de vuelta .
Lo más angustioso es cuando en vez de cosas o animales, es un niño. Eso les pasó a dos de mis alumnos. Fue algo así como el cuento de Pulgarcito, solo que real. Salieron un día con su padre al campo, el es agricultor, estando ahí, decidieron buscar moras o alguna fruta silvestre, pero caminaron mucho y luego no supieron como regresar. El papá, un hombre muy violento y alcohólico, después de buscarlos por un rato, volvió a su casa y los dejó perdidos. No hizo nada más por encontrarlos. Al día siguiente por la tarde , lo supe en la escuela. Al salir, fui a la casa de los niños y le pedí al padre que me acompañara a denunciar el hecho. Sin nada de pena ni mucho deseos de ir , me acompañó. Fuimos a la radio, a los Bomberos y por supuesto a la Policía. Por poco lo dejan preso por irresponsable. Después de eso ya nada podíamos hacer , nadie tenia ni idea de donde estaban. Los Bomberos dijeron que al día siguiente temprano organizarían el rescate, habían pasado ya dos días. Lo que si se podía hacer desde que supimos la noticia era orar, aparte de las instituciones a las que fuimos, también, pedí a la iglesia que orara. Dios era el único que sabía donde estaban esos niños.


Mientras tanto, los niños, al verse perdidos, siguieron caminando y poco a poco se alejaron mas de su terreno y del pueblo. Llegó la noche y estaban los dos en medio del bosque, en la total oscuridad y con una fuerte lluvia que al fin los hizo detenerse y refugiarse bajo un árbol. No lejos de ahí, en una solitaria casa , una mujer y su hija, se preparaban para terminar sus quehaceres e ir a dormir. Ellas salían todas las tardes a buscar leña al bosque, pero eso día dispusieron no hacerlo por la lluvia. De pronto una de ellas dijo a la otra- Mejor vamos a buscar la leña aunque esté lloviendo, no se por que, pero siento que tenemos que ir- . Así buscando los palitos para el fuego, las mujeres encontraron a los dos niños temblando de frío y empapados. Los llevaron a su casa. Al día siguiente fueron a ver el lugar donde encontraron a los niños, estaba a un paso de un profundo barranco. Si hubieran seguido caminando en la oscuridad de la noche, seguro habrían caído en el, pero Dios estaba cuidándolos. Luego las dos mujeres trajeron a los niños de vuelta a su hogar. Ellos viven cerca de mi casa así que los veo casi todos los días, ya son unos jóvenes pero cada vez que los veo, recuerdo lo maravilloso y fiel que es Dios quien los cuidó y los libró de la muerte. Su padre ahora es cristiano y ya no es la persona alcohólica y violenta que era antes.

Espiritualmente también podemos extraviarnos a veces, cuando desviamos la vista hacia algo que llama nuestra atención pero que nos hace perder el rumbo, dejamos de de mirar al frente, y caminamos en otra dirección, así, deslumbrados por algo, de pronto nos damos cuenta que estamos perdidos, que estamos mal, que no vamos ya en la dirección correcta. Cuando eso me sucede, voy directamente al único que me puede indicar la ruta y más aún, al que siempre que le clamo, está dispuesto a guiarme de nuevo. Cada vez que me siento perdida, que me siento apartada de la voluntad de Dios, que los problemas llegan a mi vida y estoy sin saber que hacer, es como lo que hacía mi prima, la niña que se escondía tras una caña de milpa seca cuando nos asustaron los perros, busco ayuda donde no la hay, busco consejo donde no está, y eso me hace sentir peor, pero gracias a Dios que El permanece fiel. El no me ha dejado ni me ha desamparado nunca, siempre viene en mi auxilio en el momento justo, se que me toma de su mano y de nuevo me conduce por la senda que El ha provisto.


"Confía en El Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas.
7 No seas sabio en tu propia opinión, sino teme al Señor y apártate del mal
8 porque esto será medicina para tus músculos y refrigerio para tus huesos."
Proverbios 3:5-8

"“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el monte e irá a buscar la extraviada? 13 Y si logra encontrarla, os aseguro que se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. 14 Del mismo modo, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños." Mateo 18:12


domingo, 7 de octubre de 2007

Janet Lopez Sendas Dios Hara


Señor se que para ti no hay nada imposible. Que una vez, viendo a un pueblo entero perseguido por sus enemigos y ya sin camino para seguir pues tenìan al frente el mar, tu abriste un camino para que pasaran. Yo te ruego ahora Señor que abras un camino para cada uno de los que en este momento pasamos una situaciòn que parecen imposile de solucionar, humanamente puede serlo, pero Tu Señor eres Todopoderoso y yo soy testigo de que tu abres camino donde no lo hay, que tu siempre nos das una salida en cada situaciòn angustiosa. Gracias por amarnos y estar pendiente de nuestro clamor. Gracias por tu respuesta. En el nombre de Cristo Jesùs. Amen.