
Hoy he recordado un mensaje de corrección que Dios me dio un día a través de un sueño. Fue hace muchos años, después de que mi esposo murió. Había sido demasiado dependiente de el, yo estaba confiada en que el lo solucionaba todo, en que el se encargaba de las cosas que eran difíciles para mi y además estaba segura que yo moriría antes , el no, ¡era tan fuerte, tan lleno de energía!. Pero resultó que no fue así, murió a los 32 años en un accidente, nuestros hijos aún eran niños .
Mi apoyo había sido quitado de mi. No era apoyo econòmico lo que necesitaba, gracias a Dios tenía un trabajo, pero de pronto me vi sola con mis hijos, sin saber que hacer en muchos ocasiones, sintiéndome totalmente inútil. Fue como que a una persona que usa muletas o bastón, de pronto se las quitaran y que tuviera que caminar sin ellos.
En ese tiempo ocurrían cosas que hubiesen sido fáciles para mi esposo pero no lo eran para mi, así que tenía que buscar ayuda y la encontré en alguien que estaba siempre dispuesto a dármela, era un amigo de la familia. Eso estaba bien, solo que poco a poco dependía más y más de el.
Aunque vivía bastante lejos de mi casa, si yo lo llamaba por que tenía algùn problema, el venía en seguida. Si tenía que hacer algún trámite le pedía que fuera conmigo. Un día decidí que intentaría conducir el auto y lo traté de sacar de donde estaba pero luego me dio miedo y ya no lo pude volver a mover para guardarlo así que ahí estaba de nuevo llamando a mi amigo para que llegara y lo moviera. Si alguien me hacia enojar o entristecer, acudía a el inmediatamente para contarle, quejarme, llorar.
Una noche, mientras dormía tuve un extraño sueño, en mi sueño, era de noche, y de pronto paró un auto convertible frente a mi casa y una mujer anciana muy arreglada, se presentó ante mi con algo en las manos, era un plato, y en el, una comida hecha con algo como unas bolitas verderdes que parecían arbejas. Unos metros más allá de aquel auto, en la carretera, estaba parado mi amigo. La anciana no dijo nada, solo se quedó parada con el plato frente a mi. De pronto, de arriba, escuché una voz muy potente que repitiendo mi nombre dos veces seguidas, me dijo:- POR UN PLATO DE LENTEJAS ESTAS CAMBIANDO AL HIJO DEL HOMBRE.-
Cuando desperté por la mañana, sabía lo que aquel sueño significaba. (Como decía mi catedrático de filosofía en la Universidad: -Mas claro, agua-)
Eso habìa pasado con Esaù cuando llegando del campo con mucha hambre, cambió las bendiciones de su padre por un plato de lentejas. Su necesidad de ese momento hizo que cambiara algo que era invaluable.
Aquì el relato:
“Un día en que Jacob estaba cocinando, Esaú regresó muy cansado del campo y le dijo:
–Por favor, dame un poco de ese guiso rojo que tienes ahí, porque me muero de hambre.
31 –Primero dame a cambio tu primogenitura –contestó Jacob.
32 Entonces Esaú dijo:
–Como puedes ver, me estoy muriendo de hambre, de manera que la primogenitura no me sirve de nada.
33 –Júramelo ahora mismo –insistió Jacob.
Esaú se lo juró, y así cedió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas. Cuando Esaú terminó de comer y beber, se levantó y se fue, sin dar importancia alguna a su primogenitura.” Genesis25:29
Primogenitura: Derechos o privilegios que corresponden al hijo mayor. De acuerdo con la ley hebrea, esto le permitía: 1. Suceder a su padre como jefe de la familia. 2.
Heredar una porción doble de los bienes de su progenitor (Dt. 21:17; 2
Cr.21:3).
La primogenitura también implicaba una bendición (Gn. 27:1-4, 19, 36).
Diccionario Bíblico .Biblia Online.0rg
Dios me estaba haciendo ver que la dependencia, la necesidad que tenía de aquella persona, era algo que El no aprobaba. Que no era en quien debía refugiarme ni buscar ayuda, que no era parte de mi vida. El tenía su propia vida y familia que atender y que seguramente tal dependencia no me iba a conducir a nada bueno.
Ese día oré al Señor y le clamé para que me ayudara a dejar de hacer todo eso, le dije que no quería cambiar su presencia en mi vida ni sus bendiciones por nada. Y Dios como siempre escuchó mi oración y me respondió. De pronto a mi amigo se le presentaron muchas cosas que hacer que no podía dejar y ya no tuvo más tiempo para ir a ayudarme. El Señor fue el que permaneció conmigo, me dio la gracia de poder hacer las cosas que me parecían difíciles , hacerlas sin estar dependiendo de alguien más. Me dio el valor para aprender a conducir el auto, y no solo conducirlo en el pueblo, sino de salir de viaje lejos con mis hijos (era algo que me aterraba) , y así en cada situación que se presentaba y a la cual temía pude enfrentarme con su auxilio, con su presencia en mi vida, pues sin El nada de eso hubiese ocurrido.
Siguen habiendo personas que me dan ayuda cuando la he necesitado, pero se que no dependo de ellas, se que son instrumentos por medio de los cuales Dios me da lo que necesito y que no siempre serán las mismas. Y cuando dejo de recordar esto y mi tendencia a depender de alguien (amistades, familiares, consejeros espirituales, cosas, costumbres, etc.) surge, mi Padre Celestial está ahí para derribar al “ ídolo” y darme una nueva lección llena de amor.
.
Podría ser que quien un día nos brinda ayuda, en otra ocasión nos falle grandemente y nos sintamos frustrados y amargados por eso. El único que no nos falla nunca es Dios.
Si de alguna manera estamos dependiendo absolutamente de algo que no sea El ( pueden ser personas, cosas, lugares, circunstancias, lo que sea) , si sabemos que es imposible para nuestra necesidad dejar aquello, podemos confiar en que si le decimos al Señor lo que nos sucede, si con sinceridad le hablamos y le contamos lo que pasa y ponemos esa necesidad en sus manos, el hará y pondrá los medios para salir de tal situación en su tiempo que no es el mismo que el nuestro.
Han pasado muchos años y el Señor sigue trabajando en mi vida, sacando a luz todo aquello que aún está dentro de mi y que no es provechoso, para que de esa manera pueda conocer lo que me daña y reconozca que necesito de su poder para ser libre. Es como ir limpiando el alma de espinas y basura. A veces es muy doloroso el proceso , pero el resultado es bueno en gran manera.
"Por lo tanto, mi Dios os dará todo lo que os falte, conforme a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús. " Filipenses 4:19