sábado, 26 de mayo de 2007

TE DARÈ LA VIDA POR BOTÌN







Eso fue lo que Dios me dijo aquel día en que pensé en la casa rodeada de jardines. Claro que si alguien lee la cita, puede pensar-Ah, pero eso se lo dijeron a Baruc-, Pero se que a través de su palabra El sigue hablándonos. Dios habla hoy como antes, y lo hace de muchas maneras, por eso escribí esta entrada, quería contar la forma en que Dios me habló a través de un perro callejero.



Fue un día que estaba de paseo en mi pueblo natal, y esperando a las personas con quienes iba, me paré en un lugar alto, y desde ahí, apoyada en la baranda me puse a ver hacia abajo, me distraje viendo pasar los autos, que iban muy rápido por la principal calle de acceso y salida de la ciudad, de doble vía. De pronto un perro se atravesó la calle, era un perro de esos callejeros, seguramente sin dueño,(aquí les llamamos chuchos), y como era de esperar un auto lo atropellò, pero el perro aquel, no murió, estaba herido, pero vivo, y en peligro que los demás autos lo remataran. Entonces pasó algo muy inusual aquí, en una de las aceras había un joven extranjero, era alto, rubio y equipado con todo lo que algunos extranjeros llevan en sus viajes: bolsa de dormir, mochila, etc. todo seguramente era muy caro. Aquel joven, despojándose de todo , caminò hacia el perro entre los autos que no se detenían y al llega hasta donde estaba lo quiso tomar en sus manos para sacarlo del peligro, pero el perro, en vez de quedarse quieto, lo mordió, recuerdo que prensò con sus mandìbulas una de las botas del joven, pero el, no desistió en su empeño de rescatarlo, asì, con el perro prendido en su bota, arrastrándolo y poniendo en peligro su vida entre los autos que tampoco ahora detuvieron su marcha, lo llevó hasta la otra acera. Entonces todos los que antes estaban indiferentes ante la situación del perro, se detuvieron, y no solo eso, llegaron a ayudarlo, alguien le llevó agua y hasta un veterinario llegó.



Todo cambió con la acción de aquel joven. Y como escribí antes, yo lloré de agradecimiento, porque me vi como ese perro, que a nadie le importaba, recordé la soledad que viví casi siempre, aunque hubiese gente a mi alrededor, desde que estaba en pre primaria, era como invisible para mis compañeros, en la primaria, como no tenía amigas me dedicaba a estudiar mucho, yo era la abanderada de mi colegio, mis maestras me ponían de ejemplo, pero eso no me hacìa sentir bien, al contrario, sabìa que me estaban ocasionàndo el total rechazo de mis compañeras que siempre trataban de hacerme quedar mal, yo era muy tímida, así que a nadie le contaba lo que me pasaba. Recuerdo la actitud de mi padre cuando lo felicitaban mis maestras, el recibía todo como para el, nunca me dijo nada que me hiciera sentir que le importaba,ninguna palabra de aprobaciòn, así que yo era como los perros de concurso, los dueños son los que reciben los premios, a los perros seguramente todo eso no debe importarles mucho. Después en la secundaria, aquellas excursiones donde todos hacían grupos y yo permanecía sola. Como el retiro que hubo para despedida del último grado,unos dìas antes de la graduación, aquella caminata en la que mis compañeras subían muy alegres una cuesta, iban conversando y riendo, mientras yo, me quedaba atrás, sola, casi sin fuerzas para seguir, y viendo con temor que estaba a punto de anochecer. Recordé a las pocas personas que se acercaron a mi mostrando algun interes, pero que no permanecieron mucho tiempo a mi lado. Y recordé como un día todo cambio, por que el Rey de Universo, El creador de todo, se reveló a mi vida y supe que siempre habìa estado conmigo y que ha prometido estar hasta el fin . El hizo que todo cambiara, cambiò mi lamento en danza, y aunque ahora sigo enfrentando muchas cosas que a veces parece que me haràn no poder seguir más, se que El siempre está dispuesto a extender su mano y rescatarme y que pone en mi camino personas que son de bendición para mi vida, a veces no permanecen mucho tiempo, pero llegan en el momento justo.
PERO EL HIZO MUCHO MÀS QUE ESO, NO SOLO ARRIESGÒ SU VIDA, LA ENTREGÒ EN AQUELLA CRUZ. El muriò para rescatar mi vida y luego resucitò y subìò al cielo a prepararme un lugar el dìa que me toque dejar este mundo, y lo hizo por todos, para que tengamos vida eterna. Lo ùnico que necesitamos es creer.
"Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna." Juan 3:16

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bendicion, he sentido al leer este blog y animo a seguir confiando en aquel que no solo lo dio todo sino asi mismo se dio para darnos salvacion, creo que Dios tocara muchos corazones con este material. siga adelante. Que Dios la Bendiga.

Hno. Wuaner.